(Cali 3 MARZO 1932- Cali 7 FEBRERO 2011)
Por: RA
Se nos había acabado el lenitivo, entonces mi amigo Lookie y yo salimos a conseguirlo, porque estábamos animados y no queríamos perder la oportunidad de seguir en nuestro largo diálogo. Como era muy temprano y además domingo no nos fue fácil encontrar algún establecimiento donde comprarlo.
Por fin, pero ya muy lejos de la residencia de mi amigo, encontramos una tiendita en donde nos atendieron y nos ofrecieron una mesa y dos asientos. Allí nos quedamos hasta que terminamos una “canequita” de aguardiente.
Como fondo musical teníamos lo que sonaba en un receptor pequeño de radio. De pronto escuchamos Pasaste A La Historia, la ranchera de José Alfredo Jiménez, interpretada magistralmente por Sofía Helena Vargas, “Helenita Vargas, la Ronca de Oro”. Esta canción se convertiría siempre en mí en el detonante del recuerdo de aquella mañana, en la que veía llorando por única vez a mi amigo afirmándome que si su abuelita fallecía él no podría seguir viviendo.
Asistí en una ocasión a la despedida de una linda muchacha que al día siguiente viajaría rumbo a Venezuela. Yo fui invitado por su hermano, Freddy, quien en esa época era uno de mis subalternos en la empresa Compañía Química Borden S. A. Hubo trago, comida y baile. Al final, ya en la madrugada, la hermana de mi amigo se empeñó en que le repitieran una y otra vez el disco de María De Los Guardias, que fue uno de los grandes éxitos de Helenita Vargas. Siempre que escucho dicha canción me acuerdo de Freddy y su hermana, como también de aquella despedida.
Ya estando en la Corporación de Turismo, una de mis subalternas, Olguita, que se desempeñaba como auxiliar de contabilidad, expresó ante todos: ¡Ay.. hoy se presenta Helenita en el Village Game! Surgió entonces el momento de descanso dedicado a comentarios sobre la música de Helenita, recordando también que su hija, Pilar (con su primer esposo Hernán Isaías Ibarra), había sido gerente de la corporación.
Yo que sentí deseos de escuchar a Helenita personalmente y de paso visitar a mi amigo y ex compañero de estudios Juan Pablo, el dueño del sitio, intervine preguntándole a Olguita si le gustaría ver la presentación. La respuesta fue un sí contundente, por lo que conformamos el grupo de Olga, Gloría Lucía, Alfonso con el suscrito y asistimos.
Ya en plena presentación, Helenita, a quien el periodista cubano José Pardo Llada, especialista en remoquetes le acomodó La Ronca, más linda que nunca, vestida de blanco, con micrófono en mano se acercó a nuestra mesa y me tendió su mano la cual recibí gustoso pasándosela seguidamente a Olguita quien no disimulaba su emoción. Fue el mejor regalo que en mi vida pude entregarle en sus manos a Olguita.
Siempre que escucho música ranchera incluyo a “La Ronca De Oro”; no tuve la fortuna de escucharla personalmente en mis “tomatas” o fiestas, como si la tuvieron muchos personajes del ámbito cultural y social colombiano, y también del linaje político como el Doctor Alfonso López, el Dr. Alfonso Méndez y otros.
Helenita fue de las pocas intérpretes que se codeó con grandes de la música como Agustín Lara, José Alfredo Jiménez, Rocío Durcal, María Dolores Pradera, Vicente Fernández, Darío Gómez y muchos más.
Hasta siempre Helenita.
